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La neuróbica, también conocida como gimnasia cerebral o gimnasia mental, es un conjunto de ejercicios, problemas y rompecabezas mentales que mejoran el rendimiento del cerebro, aunque es muy pronto para explicarte todo en estas dos líneas. Sigue leyendo y mira también el entrenamiento que te propongo para que estimules tu cerebro y mejores la coordinación, el equilibrio y la concentración.          

La verdad es que muchas personas piensan en el ejercicio físico como una actividad que es sólo de cuello hacia abajo. Nuestros músculos, huesos y tejido conectivo reciben una atención muy necesaria, mientras que a nuestro cerebro lo dejamos en segundo plano descansando.

Pero ¿sabes? Tu cerebro es una máquina de movimiento, más bien es el ordenador central de estos movimientos, porque hay que usar ejercicios y terapias no invasivas para reconectar las neuronas en esas personas que han sufrido lesiones cerebrales y otras enfermedades neurológicas (trastornos).  

Gracias a los estudios y avances científicos se ha demostrado que este tipo de trabajo también puede ayudar a reforzar, mantener y evitar el deterioro prematuro de estas neuronas en personas sanas.

La mayoría de las veces, estas rutinas o planes de entrenamiento implican movimientos que pueden resultar un poco complejos y a veces no estimulantes en el sentido de que no es un desafío físico a nivel de fuerza o cansancio, ya que este tipo de programas incluyen ejercicios de equilibrio, ejercicios de manos, ojos y pruebas de tiempo de reacción. A medida que se dominan los movimientos, sin darte cuenta tu cerebro va mejorando.

"El movimiento complejo activa el cerebelo", refiriéndonos a él como a la rebanada de materia gris en forma de croissant que se encuentra en la base del cráneo. “Cuando mueves el cuerpo en muchos planos, tu cerebro recibe retroalimentación de tus articulaciones, músculos y ojos, todo lo cual usa para ayudarte a mantener el equilibrio y generar energía".

 

Los entrenamientos que estimulan al cerebro, también son conocidos como neuróbicos y como ya he dicho anteriormente, no son sólo para las personas que sufren desafíos neurológicos; para las personas que practican ejercicio o deporte para mantener una vida activa y saludable, este tipo de entrenamiento puede ayudar a refinar/mejorar/mantener el equilibrio, la coordinación y el control físico.

Así que si quieres desempolvar ese cerebro te propongo que lo pongas a prueba con los siguientes ejercicios:

Realiza los siguientes movimientos varias veces a la semana, como parte de un calentamiento físico antes de un entrenamiento, entre ejercicios en el gimnasio o en cualquier momento en que desees sentirte más alerta y concentrado.

Como con cualquier forma de ejercicio, la clave para mejorar es mantener estos movimientos progresivos: "El cerebro ama la novedad relativa hasta dominar cada aspecto de esta".  "Cuando una mudanza se vuelve fácil, encuentra una manera de complicarla".

 

Balanceo de pierna altas con la mano opuesta

- Adopta una postura escalonada con el pie izquierdo hacia adelante y el brazo derecho extendido hacia el frente.

- Balancea simultáneamente al pie derecho la mano izquierda hacia adelante, tratando de patear la palma de la mano izquierda con el pie derecho. Es importante mantener la mirada hacia adelante.

- Regresa a la posición inicial y puedes repetir este movimiento unas 20 veces o durante un tiempo determinado, de 15 a 20 segundos, por ejemplo.

- Repite el movimiento en el lado opuesto.

 

Figura del ocho. Tren superior y tren inferior

- En equilibrio sobre el pie derecho, levanta la rodilla izquierda hasta que la rodilla llegue a la altura de la cadera.

- Extiende tu brazo derecho hacia el frente.

- Simultáneamente, intenta dibujar la figura del ocho de (símbolo del infinito) de lado en el aire con el pie izquierdo y la mano derecha.

- Repite este movimiento unas 20 veces o durante un tiempo determinado, 20 a 30 segundos por ejemplo.

- Si se te complican mucho los dos a la vez, puedes realizar el movimiento por separado, es decir, primero las manos y luego los pies o viceversa.

 

Pasos de coordinación oculomotriz

 

- Coloca una pequeña marca o cualquier objeto en la pared, que sea visible y párate delante a unos 3 metros aproximadamente de distancia.

- Manteniendo los ojos en esta pequeña marca, camina lentamente hacia esa pared, girando la cabeza suavemente hacia la izquierda y hacia la derecha.

- Luego realiza el mismo movimiento caminando hacia atrás.

- Acércate y aléjate, pero esta vez inclinando la cabeza hacia adelante y hacia atrás a la vez que caminas.

 

Marcha hacia adelante y hacia atrás contralateralmente

 

- De pie, con la postura bien erguida y con el pie izquierdo hacia adelante y el metatarso del pie derecho en el suelo detrás apoyado, coloca tu brazo derecho ligeramente hacia adelante, tu brazo izquierdo ligeramente hacia atrás con los codos doblados a 90 grados.

- Desplázate hacia adelante dando pasos enérgicos cambiando la posición de los brazos simultáneamente y recuerda llevar la rodilla hacia arriba, lo más alto posible. 

- Por supuesto, también es interesante realizar esta secuencia hacia atrás, hasta que vuelva a la posición inicial.

- Repite de 10 a 20 veces y luego repite misma la secuencia comenzando con el pie derecho hacia adelante.

 

¡En marcha! 

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Recuerda, ¡Vive el momento, Respira Salud!