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Es probable que en algún momento escuches a alguien referirse a las flexiones de rodillas como algo que es para chicas o quizá, que digan que es una flexión modificada para los que no pueden hacerla estrictamente.

Independientemente del nombre con el que la clasifiquen por ahí, lo cierto es que éstas suelen tener muy mala reputación: "son demasiado fáciles, haces trampa en el entrenamiento, le hacen daño a tus rodillas, eso no es para mí, quizá para las chicas"... suelen ser los comentarios de algunas personas, aunque la lista suma y sigue... pero amigos, tengo que deciros que la cosa no es así.

La ciencia no está de acuerdo con estos seudónimos escuseros para seguir atrapados en una mentalidad de dinosaurios. 

Tienes que saber que las flexiones de rodillas son un gran ejercicio y además legítimo para la parte superior del cuerpo, siendo una transición perfecta para los push up estrictos o cualquier otro entrenamiento que involucre especialmente tus brazos u hombros. 

¿Cómo realizar un correcto push up de rodillas?

Se podría pensar que es bastante sencillo, es un push up normal pero apoyando las rodillas.

Te describo a continuación los principales puntos a tener en cuenta:

1. Rodillas apoyadas en el suelo.

2. Extiende los brazos y coloca las manos a la altura de los hombros, en el suelo, de forma que tu pecho esté perpendicular a la horizontalidad del suelo.

3. Empuja el torso hacia arriba estirando los brazos lentamente, con firmeza y cariño. 

4. Respira y vuelve a empezar. 

"Es fundamental concentrarse en la forma, en lugar de la velocidad o el número de repeticiones".

5. Mantén la espalda recta. Nunca debe redondearse durante todo el movimiento, y debes cuidar que la zona lumbar no se arquee.

6. Concéntrate en mantener todos tus músculos activos, incluso cuando estés bajando y/o en contacto con el suelo. 

7. Aprieta tus abdominales y glúteos para trabajar tu CORE durante las flexiones. 

8. Empuja tu peso con toda tu mano, dedos incluidos, para evitar tensar la muñeca.

9. Recuerda respirar, si, ¡respirar! A la gran mayoría se le olvida este sencillo gesto y realiza el ejercicio en apnea. 

Un último consejo:

Si notas que estás perdiendo la técnica y que la ejecución es descuidada, aprende a tomar un mini descanso. Podrías lastimarte si haces demasiadas flexiones, demasiado rápido y mal.

Como siempre le digo a mis alumnos: ¡Calidad antes que cantidad; más no es mejor. Mejor es mejor!

¡No te preocupes, trabajando de esta forma acumularás mucha fuerza con el tiempo!

Recuerda, ¡Vive el momento, Respira Salud!