EL BLOG DE TU ESTILO DE VIDA

Muchas veces por más que entrenamos y cuidamos de la alimentación, no conseguimos perder peso, nos quedamos estancados o incluso perdemos músculo. En muchos casos se debe a un mal planteamiento del entrenamiento, por eso a continuación os dejamos algunos de los errores más comunes:

• Mucho trabajo aeróbico

El ejercicio cardiovascular es el que más calorías ayuda a quemar, por eso cuanto más ejercicio, más grasa se pierde, hasta un punto. Llega un momento en el que nuestro organismo protege la grasa, destruyendo la masa muscular, bajando el ritmo metabólico y disminuyendo el rendimiento y esto es lo que provoca que fracasemos y no obtengamos resultados. En lugar de centrarnos sólo en ejercicios aeróbicos, es mejor combinarlos con ejercicios de fuerza, están garantizados los resultados:

• • Al tener un mayor vaciado de glucógeno, accedemos antes a las reservas de grasa. 
  • No perderemos tejido muscular, aumentando así el rendimiento y aguantando más tiempo los ejercicios cardiovasculares.
  • Debido a la mayor demanda metabólica de una masa muscular activa, conseguimos un consumo calórico post ejercicio muy importante. 

• Entrenar a baja intensidad

Las bajas intensidades son sólo para las personas que no están acostumbradas a realizar ninguna actividad física. Debemos aumentar la intensidad, realizar cambios de ritmo, consumir mayor oxígeno, incluso, utilizar vías anaeróbicas, ya que si mantenemos siempre la baja intensidad, nuestro cuerpo se adaptará y no producirá mejoras.

• Entrenar de manera analítica

Debemos realizar ejercicios donde pongamos en acción a grandes grupos musculares sin pensar en entrenar músculos sino movimiento. Un ejemplo sería realizar una zancada con press de hombro y push up.

 

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