TÉCNICAS PARA CAMBIAR CONSCIENTE MENTE LA RESPUESTA AL ESTRÉS GENERANDO UN ESTADO DE CALMA, SEGURIDAD Y REPOSICIÓN DE ENERGÍA.
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1- Descansa y digiere
No estamos destinados a pasar la mayor parte de nuestro tiempo a toda mecha, parte de la vida implica necesariamente, parar y recuperarnos. Lo que experimentas cuando duermes la siesta, recibes un masaje o al final de una clase de Pilates, es ese modo de restauración que se activa en tu cuerpo y que te ayuda a recuperarte del desgaste de la vida diaria y los momentos de estrés.
El problema aquí es que la mayoría de nosotros no nos tomamos el tiempo para presionar ese botón de pausa, porque creemos que no podemos o no debemos tomarnos tiempo intencionalmente para recuperarnos ya sea por compromiso o presión social o porque no sabemos parar; pero tienes que ser consciente de que debes incorporar regularmente ese tiempo de descanso y recuperación en tu horario día tras día.
Una recomendación muy sencilla es crear una rutina nocturna que te ayude a reducir la marcha, y de esta manera garantizas que tu cuerpo tiene la oportunidad de salir del modo de lucha o protección diaria. Intenta cenar al menos tres horas antes de acostarte, para que tu cuerpo pueda terminar el período de digestión activa y usar esos nutrientes para descansar y reparar las células mientras duermes; también puedes apagar tus dispositivos móviles, ordenadores, televisión, etc., una hora antes de acostarte para evitar mensajes molestos y que la luz de la pantalla le indique a tu glándula pineal que es hora de despertarse.
Puedes probar estos consejos que te doy a continuación para que te ayuden a descansar y digerir mejor el estrés en cualquier momento del día.
- Respira lenta y profundamente durante 5 minutos.
- Pasa al menos 30 minutos al día en la naturaleza.
- Toma un baño relajante y caliente.
- Asiste a una clase de pilates, estiramientos, etc.
- Medita, aunque sean 10 minutos.
2- Cuida y se amigable.
Existe una razón fisiológica por la que sienta bien llamar a un amigo cuando te sientes ansioso o deprimido. Junto con la adrenalina y cortisol, el cuerpo produce una pequeña cantidad de oxitocina en respuesta a una amenaza, la oxitocina nos activa y nos hace unirnos con los demás, lo que nos ayuda a sentirnos más seguros y calmados, es algo así como el instinto de supervivencia en manada.
Por tanto la idea de que podrías manejar el estrés sin ayuda simplemente no es cierta, nunca lo hemos hecho y yo te pregunto ¿Por qué negarte a tí mismo una de las mejores píldoras de la naturaleza?
Y conseguirlo no es difícil, te dejo unos consejos para que lo logres hacer:
- Haz algo social, cualquier cosa que te permita crear o vincularte con los demás, no necesitas contar tus problemas para obtener el beneficio que este vínculo ofrece.
- Toma contacto con un amigo ya sea por teléfono o salir a caminar para hablar, los estudios muestran que verbalizar nuestras preocupaciones apaga automáticamente el sistema nervioso simpático.
3- Existe y deleite
Aprende a no cerrarte cuando te sientes bajo presión, es posible abrirse y usar la energía del estrés para interesarse más en lo que está sucediendo.
Si adoptas una mentalidad de alumno, una situación desafiante puede convertirse en una oportunidad para aprender o experimentar algo nuevo. Si estás enfermo, por ejemplo, puedes ver tus síntomas como una oportunidad para escuchar a tu cuerpo en lugar de verlo como un signo de debilidad, o si alguien está siendo agresivo contigo, podrías preguntarte que está pasando con esa persona, en lugar de reaccionar a la defensiva, esto podría conducir a la compasión en lugar de generar más ira.
La curiosidad amplía tus opciones sobre cómo resolver problemas y a menudo las resuelve de manera más rápida y fácil.
Cuando desarrollas el hábito de estar interesado, puedes utilizar todas las mejores partes de la respuesta al estrés como el estado de alerta, energía y concentración, para tener nuevos tipos de experiencias, en las que usas tu energía que se encuentra excitada en estos momentos para expandir tus habilidades e ideas en lugar de cerrarte y quedarte bloqueado.
Cuando te pase esto y no sepas qué hacer, plantéate estas preguntas, te pueden ayudar a cambiar el modo de afrontar el estrés.
- ¿Qué está pasando realmente aquí?
- ¿Qué más podría estar pasando que no estoy viendo?
- ¿Qué tiene de interesante esta situación?
Recuerda, vive el momento, respira salud.